Así se preparan los actores políticos en Venezuela para la carrera electoral de noviembre

Por: Álvaro Suzzarini Fernández

A medida que se va acercando la fecha de los comicios regionales, que se llevarán a cabo el 21 de noviembre de este año, oficialismo y los distintos sectores de la oposición afinan sus estrategias para elegir sus candidatos, que competirán por los más de 3.100 cargos en disputa.

En este sentido, el partido de gobierno en Venezuela (PSUV) dio inicio a un proceso de elecciones primarias que culmina con la votación abierta pautada para el 8 de agosto.

“Con las bases me la juego”, fue una consigna del expresidente venezolano Hugo Chávez, que ahora busca retomar la actual dirigencia del PSUV con el proceso de elecciones internas, luego del desgaste de su “voto duro” a raíz de sus más de dos décadas en el poder y de la crisis económica.

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La primera etapa de las internas del PSUV concluyó la semana pasada con las postulaciones de precandidatos a gobernadores, alcaldes, y concejales.

Según datos ofrecidos por la comisión electoral del PSUV, más de cien mil precandidatos fueron postulados, de los cuales se seleccionaron 20 por cargo en disputa.

Los candidatos fueron seleccionados según el número de “apoyos” recibidos en una de las formas de organización de base dentro del partido de gobierno, conocidas como UBCH (Unidades de batalla Bolívar-Chávez).

Para el precandidato a concejal por el PSUV y vocero de la Comuna Socialista Altos de Lidice, Jesús García, el proceso electoral interno del partido de gobierno “permite repolitizar la base de votantes en el barrio”.

En conversación con la Agencia Anadolu, García también resaltó la importancia del proceso electoral dentro del PSUV, con el que se busca refrescar el partido de gobierno aun cuando “en el mismo participen ‘cuadros medios’ que intentan valerse del poder estatal para imponer su postulación en los cargos”.

Actualmente el proceso electoral interno del partido de gobierno se encuentra en una fase de revisión de los resultados en donde se estudian impugnaciones de resultados y presuntas irregularidades en las postulaciones.

"Estamos procesando pocas denuncias de actitudes contrarias a la ética revolucionaria de alguna gente que trató de manipular las postulaciones y las votaciones”, dijo este martes el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en un encuentro con los precandidatos del partido de gobierno.

Maduro también señaló, sin especificar, que algunos gobernadores chavistas se han “burocratizado” y que “la misma revolución tiene capacidad de cambiarlos”.

Pero más de 15 gobernadores en funciones afiliados al PSUV serán candidatos en las primarias, lo que equivale al 62% de las gobernaciones. Este porcentaje es aún mayor si se suma a los exgobernadores, diputados a la asamblea nacional o miembros de la dirección nacional del partido. Es decir, que más allá del intento de “refrescar” las candidaturas, la mayoría de los precandidatos a los cargos de mayor importancia en las internas de la "tolda roja" salieron de los altos cargos y no de la base del partido.

Figuras importantes del chavismo como la alcaldesa de Caracas, Erika Farías, o los exgobernadores del estado Zulia, Francisco Arias Cárdenas, y del estado Miranda, Elías Jaua, no trascendieron esta primera fase, ya que no superaron el filtro impuesto por la dirección nacional del PSUV a sus militantes en altos cargos -de gobierno o dentro del partido- por no superar el 35% de los “apoyos” o por razones de índole política.

Para el exdirigente nacional del PSUV, Héctor Navarro, “en las elecciones primarias del partido va a operar la cooptación”.

“La cooptación es una figura que está en los estatutos del partido y que permite en un momento a la dirección del partido decidir quién es candidato en cualquier parte alegando conveniencia o razón estratégica”, aclaró en conversación con la Agencia Anadolu.

“La cooptación que antes era la excepción de la regla ahora se volvió la regla. Los dirigentes del partido, simplemente por una decisión antidemocrática, pueden ser los gobernadores o los alcaldes”, sostuvo Navarro, quien también fue cinco veces ministro de los gobiernos de Hugo Chávez.

Por su parte la oposición venezolana sigue sumando factores a la vía electoral. La semana pasada Stalin González, que fue segundo al mando de la Asamblea Nacional dirigida por Juan Guaidó, llamó a la participación unitaria del antichavismo en las elecciones del 21 de noviembre.

Para Luis Romero, diputado de Avanzada Progresista, partido de la minoría opositora en la Asamblea Nacional, actualmente Venezuela está dividida.

“En el país existe un archipiélago de oposiciones. ¡La oposición está balcanizada!, y es importante para poder competir con el Gobierno que los factores que hemos apostado por la vía democrática y los que han apostado por el camino insurreccional de Guaidó, y que ahora regresan a la defensa del voto como instrumento de cambio, podamos ponernos de acuerdo en los mecanismos para seleccionar a los mejores candidatos”, explicó Romero en conversación con la Agencia Anadolu.

Si bien la oposición está aún dividida, existe bastante consenso entre los sectores que han decidido participar en que para repetir los éxitos electorales de otrora hay que ir en unidad. El debate se centra en el método: consenso o elecciones primarias.

Para Romero, “una oposición que va a enfrentarse a toda la maquinaria del Estado puesta a disposición del PSUV no tiene sentido que se desgaste en un proceso de primarias que van a tener que financiar los partidos de oposición, que además no garantiza que aquellos que no fueron favorecidos en el proceso de votación se sumen a la campaña del factor ganador”.

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El exmiembro de uno de los partidos mayoritarios de oposición y posible candidato a la gobernación de Miranda, David Uzcategui, sintetizó la postura de otra buena parte de la oposición que ya se sumó a la vía electoral: “Tanto consenso como sea posible, encuestas como sean necesarias y primarias como sean inevitables”.

Dentro de la oposición todavía quedan sectores en los partidos que son respaldados por los Estados Unidos y que aún no logran decidir si van o no a las elecciones regionales, por lo que están a la espera de mejorar su posición en las negociaciones con el Gobierno a cambio de su participación en los comicios.

Las principales encuestadoras en el país caribeño ubican a las personas adversas a Maduro como el sector mayoritario del país. Sin embargo, estas personas no siempre tienen la intención de votar. De hecho cerca del 70% del “voto duro” del PSUV estaría ejerciendo su voto el 21 de noviembre, frente a solo el 30% de quienes se consideran de oposición.